Además, existen varios tipos de inmunoterapias:
ANTICUERPOS
MONOCLONALES Cuando el sistema inmunitario de nuestro cuerpo
detecta antígenos (virus, bacterias, hongos perjudiciales, protozoos)
producen anticuerpos que son proteínas especializadas en combatir la
infección. Los anticuerpos monoclonales se fabrican en un laboratorio, y
cuando se les suministra a los pacientes funcionan como los anticuerpos
que el cuerpo genera de forma natural. Los anticuerpos monoclonales se
inyectan por vía intravenosa y actúan al atacar las proteínas que se
encuentran en la superficie de las células tumorales o las que se
encuentran en las células que sirven de soporte a las células tumorales.
Cuando un anticuerpo monoclonal ataca una célula tumoral puede hacer tres
cosas:
1. Aplicar radiación directamente sobre el tumor, este tratamiento se
llama “radioinmunoterapia” y consiste, a grandes rasgos, en usar el anticuerpo
monoclonal como un aplicador de radiación en dosis bajas lo que reduce el riesgo
de otro tumor derivado del tratamiento por radioterapia y además no afecta a
las células sanas que están cerca del tumor.
2. Diagnosticar al ser los anticuerpos radiactivos rastreables,
se les puede liberar en el organismo con el fin de identificar posibles células
tumorales y eliminarlas incluso antes de que manifiesten una patología oncológica.
Además, un patólogo puede valorar la localización del tumor en etapas iniciales
y, si se requiere, hacer una biopsia para averiguar de qué tipo de tumor se
trata.
3. Transportar medicamentos directamente a las células
tumorales, esto sería lo más parecido a la quimioterapia que se usa actualmente; el
anticuerpo monoclonal transportaría una carga con el medicamento de elección.
Cuando el anticuerpo se une a la célula tumoral, descarga su contenido que mata
a la célula sin dañar las células sanas cercanas.
2 INMUNOTERAPIAS NO
ESPECÍFICAS se administran después o al mismo tiempo que el tratamiento convencional
(radioterapia, quimioterapia…) existen dos ejemplos: los interferones que
retardan el crecimiento de las células tumorales y las interleuquinas que
ayudan al cuerpo a crear anticuerpos para combatir el cáncer.
3. VACUNA CONTRA EL CÁNCER aprovechando el concepto
de una vacuna, se han desarrollado vacunas que hacen que el cuerpo fabrique
anticuerpos que pueden atacar un cierto tipo de cáncer. Por ejemplo, la vacuna
de HPV que previene el cáncer de cuello de útero. Además; se pueden usar en
tratamientos enseñando al sistema inmunológico a combatir el cáncer, de este
modo se evitan reapariciones del cáncer. La vacuna debe ser “específica” es
decir, solo puede atacar las células tumorales sin dañar las sanas. En la
actualidad solo existe una vacuna de tratamiento aprobada, Sipuleucel – T, diseñada
para tratar el cáncer de próstata metastásico.
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